¿Qué es el cyberpunk y por qué está más vivo que nunca?

El Cyberpunk Sigue Vivo

Vivimos en una era de luces artificiales, datos omnipresentes y algoritmos que entienden mejor lo que queremos que nosotros mismos. Y no hablemos de la velocidad que están cogiendo las IAs, eso daría para otro artículo.

La tecnología avanza a una velocidad vertiginosa mientras los problemas sociales se intensifican, y el equilibrio entre progreso y decadencia se vuelve cada vez más inestable. No te confundas, no pretendo darte el rollo político, por ahora.

Este contraste tan marcado entre un desarrollo tecnológico apabullante y una realidad social desigual no es nuevo, pero es la esencia del cyberpunk.

Pero, ¿qué es el cyberpunk?

Todavía me sorprende cuando conozco a gente capaz de desenvolverse de forma excelente con la tecnología y no sabe lo que es el cyberpunk. Ciberpunk para los hispanohablantes, aunque seamos sinceros, todos usamos la voz inglesa.

Es un subgénero de la ciencia ficción, un estilo visual de neones y calles lluviosas, sí, pero también es una actitud, una crítica y un espejo oscuro del futuro que ya estamos viviendo. Su fórmula clásica se resume en la expresión «high tech, low life»: una tecnología descomunal, invasiva y sofisticada, conviviendo con una sociedad marginada, alienada y constantemente vigilada.

El término cyberpunk fue acuñado en 1983 por el escritor Bruce Bethke, en un relato corto que llevaba ese mismo nombre: Cyberpunk. Pero fue con obras literarias como Neuromante (Neuromancer, 1984) de William Gibson que el movimiento realmente tomó fuerza y definió su estética y sus temas centrales: redes cibernéticas, inteligencias artificiales, hackers solitarios, y megacorporaciones que controlan el mundo desde sus rascacielos.

Más allá de los libros, el cyberpunk encontró en el cine, el anime, los videojuegos, y la música electrónica un medio ideal para expandirse. Películas como Blade Runner, Akira o Ghost in the Shell definieron una estética visual única y nos introdujeron en visiones distópicas que todavía son inquietantes hoy.

Pero el cyberpunk no es solo ficción, es también una actitud. Es un enfoque crítico hacia el avance abusivo del poder, la tecnología y el control social. Una especie de rebeldía cínica y lúcida que observa cómo el mundo se desliza hacia el caos, mientras se conecta al WiFi para hackear la próxima frontera. Es el espíritu del forajido digital, del outsider que conoce el sistema desde dentro, lo usa y lo doblega.

Aunque en realidad lo que está ocurriendo hoy en día es que uno se conecta a su WiFi para trabajar, entretenimiento o simplemente perderse en el móvil con scrolls infinitos y desinformación. Somos corderitos y tenemos que recuperar a los forajidos. Pero volviendo al género, las claves están en esa mezcla casi poética entre lo ultratecnológico y lo decadente: ciudades hiperconectadas y al mismo tiempo rotas, cielos saturados de cables y pantallas, inteligencia artificial que decide por nosotros, cuerpos aumentados con almas desgastadas, información que fluye como sangre por las redes mientras la privacidad se convierte en un lujo. ¿Te suena? Los protagonistas del cyberpunk no son héroes, sino marginados, hackers, cyborgs, disidentes, que no buscan salvar al mundo, sino sobrevivir en él, o quizá reconfigurarlo.

¿Por qué el cyberpunk está más vivo que nunca?

Puede que para mucha gente que ya conocía la palabra o el subgénero de ciencia ficción suene a viejo, a rancio, muchos son los mismos que llevan treinta años diciendo que el cyberpunk está muerto, pero yo soy de los que piensa todo lo contrario.

Hoy, el cyberpunk ya no es una predicción como lo solía ser, eso es cierto, a estas alturas es difícil imaginar con la antelación con la que lo hicieron en el pasado. Hoy es una descripción cada vez más precisa del presente: Dependemos más que nunca de las pantallas, vivimos conectados, programamos nuestra agenda con asistentes virtuales, dejamos que los algoritmos decidan qué ver, qué leer, a quién seguir, que productos comprar. Nuestras interacciones, emociones y decisiones están mediadas por dispositivos. Lo digital ya no es solo una herramienta, se está convirtiendo en una extensión de nosotros mismos.

Mientras tanto, la vigilancia es silenciosa pero constante, los gobiernos y empresas acumulan datos personales con una naturalidad pasmosa, y lo aceptamos casi con la misma naturalidad. Están ahí las megacorporaciones tecnológicas que se están convirtiendo en los nuevos centros de poder. No hay que buscar en la ficción para ver cómo Amazon, Apple, Google o Meta influyen en nuestras vidas más que muchos estados nacionales.

La estética cyberpunk está por todas partes: en videoclips, en videojuegos como Cyberpunk 2077 que ha revivido el género para la gente dormida o los jóvenes que no lo conocían. Está en series como Black Mirror o Altered Carbon, en la moda urbana, en la música electrónica y synthwave. El cyberpunk está vivo porque su distopía se ha convertido en parte de nuestra normalidad poco a poco.

No se trata solo de ver el futuro, sino de darse cuenta de que ya estamos en él. Será el principio, será que soy un exagerado o un pesimista pero el futuro no es brillante ni limpio, sino sucio, confuso y desigual, pero también lleno de posibilidades.

El cyberpunk nos advierte, nos sacude y nos hace pensar. Nos empuja a mirar más allá de la app de moda, y preguntarnos: ¿quién controla la tecnología? ¿quién queda fuera? ¿qué perdemos mientras avanzamos?

En este blog vamos a explorar el cyberpunk en todas sus formas: desde sus raíces literarias hasta su influencia en otros tipos de arte, moda, política y cultura general. Porque si vamos a vivir en una distopía, que sepamos navegarla.

Comentarios

Una respuesta a «¿Qué es el cyberpunk y por qué está más vivo que nunca?»

  1. Avatar de Roy
    Roy

    Que buena columna!!! Gracias