Tron es una saga que nació en los 80, resucitó en los 2000, experimentó con la animación. No tenía pensado hablar de Tron a estas alturas, pero es que va a regresar este año con más cyberpunk.
No recuerdo muy bien a que edad vi la primera película porque yo era muy pequeño cuando se estrenó, pero estoy seguro que la vi siendo muy niño. El cyberpunk con vida entre bits y neones que se desplegaba ahí me fascinó sin saber ni que era el cyberpunk. Y es una pena que muchas veces en el mundillo cyberpunk veo como se la obvia o se la pasa por alto.
Tron: Pionero digital que nadie entendió a tiempo
Dirigida por Steven Lisberger en 1982, esta película fue una rareza total: gráficos generados por computadora, trajes retrofuturistas iluminados y una trama que se metía de lleno en lo que hoy llamaríamos realidad virtual. Fue, además, una de las primeras películas en la historia del cine en utilizar CGI (imágenes generadas por computadora) de forma sustancial y con una estética más arriesgada.
Dicen que Lisberger se obsesionó con el videojuego PONG y eso le inspiró para crear Tron. Durante años, ningún estudio (Warner, MGM, Columbia) quiso apostar por una historia que giraba en torno a conceptos de los ordenadores, una idea que parecía demasiado abstracta o técnica en aquel momento. No fue hasta que Disney, buscando modernizar su imagen, aceptó el proyecto.
La historia sigue a Kevin Flynn, un hacker interpretado por Jeff Bridges, que es digitalizado y lanzado dentro del ciberespacio, donde debe sobrevivir a juegos letales y enfrentarse al control central de un sistema autoritario. Básicamente, Tron nos daba una distopía electrónica con estética de videojuego, años antes que muchas otras.
Tron fue una de las primeras películas en materializar el ciberespacio como un entorno visual, incluso antes de que Internet fuera masivo. Hablamos de temas como identidad digital, control de la información, vigilancia algorítmica, y todo eso con luces fluorescentes y arquitectura minimalista.
La película no fue un fracaso, pero tampoco un fenómeno. Fue con el tiempo que ganó el estatus de película de culto. Seamos sinceros, el frikismo ha mejorado con el tiempo. El 3D de la época con arte vectorial y los fans de la estética retro digital y la filosofía de las primeras inteligencias artificiales, hicieron el resto.
Tron Legacy: Un legado muy visual
Casi tres décadas después, Disney apostó nuevamente. En 2010, llegó Tron: Legacy, una secuela visualmente apabullante dirigida por Joseph Kosinski. Esta vez es Sam Flynn, el hijo de Kevin, quien también termina atrapado en el universo digital mientras busca a su padre perdido.
Legacy actualizó todos los códigos visuales de Tron. Le dio una estética más sobria, minimalista y fría, mucho más alineada con el cyberpunk moderno, pero manteniendo perfectamente el ADN del original. Y la banda sonora corrió a cargo de Daft Punk, algo que toca un poquito más mi alma cyberpunk.
Uno de los aspectos más comentados y polémicos fue el uso de CGI para rejuvenecer a Jeff Bridges, que interpretaba tanto a Kevin Flynn como a Clu, su versión digital. En 2010, esta técnica estaba en pañales, y aunque impresionó a muchos, también generó incomodidad por lo que hoy se llama el valle inquietante: ese efecto raro cuando algo digital se ve casi humano, pero no del todo. El propio Bridges declaró en entrevistas que le parecía surrealista y no le gustó mucho el resultado final de sí mismo más joven.
Recaudó bastante en taquilla y a pesar de opiniones divididas, la crítica reconoció su ambición visual. A mí, personalmente, me pareció lo que a muchos otros: más estilo que fondo. Una secuela muy digna visualmente, aunque con un guion y actuaciones bastante flojas.
Tron Uprising: El eslabón perdido
Después de Tron: Legacy, hubo una joya animada que pasó bastante desapercibida y se llama Tron: Uprising. Esta serie, emitida por Disney en 2012, sigue a Beck, un joven programa que se convierte en líder rebelde en el mundo digital bajo la tutela del mismísimo Tron, quien lo entrena para resistir al régimen autoritario de Clu.
Lo que destaca de Uprising es su estética diferente, con una mezcla elegante entre arte digital minimalista, paletas de neón y una animación cuidada a pesar de su minimalismo. El guion sorprendió por tratar temas más oscuros y maduros de lo que se podía esperar de una serie animada de Disney.
Contó con un elenco de voces de lujo, como Elijah Wood o el propio Bruce Boxleitner (Alan o Tron) entre otros. Sin embargo, a pesar del entusiasmo crítico, la serie fue cancelada tras una sola temporada, debido a la baja audiencia. A día de hoy, para mí, sigue siendo una joya oculta de la animación cyberpunk.
Tron Ares: ¿La revolución definitiva?
Después de años de silencio la saga vuelve con Tron: Ares, cuyo estreno está programado para octubre de 2025. Dirigida por Joachim Rønning y protagonizada por Jared Leto (Ares), le dan la vuelta a la narrativa clásica. Ares es un programa que el tráiler desvela que cruza al mundo real.
La película genera expectativas, tanto por su potencial visual como por el riesgo temático que asume. ¿Estamos hablando de una IA con cuerpo físico? ¿Un nuevo paso hacia el transhumanismo? ¿Será una nueva era de Tron? ¿O un nuevo reboot estético sin mucho más?
Sea como sea no me perderé esta nostalgia retrofuturista y volveré, para bien o para mal, para contarla aquí. Y que no se me olvide, la banda sonora parece que corre a cargo de Nine Inch Nails, otra banda que admiro musicalmente.
Dejo el tráiler brutal y sin desperdicio, AQUÍ.

